Si las personas se contentan con lo poco que tienen, entonces no habrá personas pobres o privadas entre ellos. Si una persona está contenta con lo que Al-lah, el Todopoderoso, le ha dado, será autosuficiente y no necesitará a los demás, incluso si no posee mucho en esta vida.
Ash-Shafi’i, que Al-lah lo tenga en Su misericordia, dijo: “Sabía que la satisfacción es el núcleo de la riqueza y me aferré a ella, así que nunca me paré en la puerta de nadie, ni le rogué a nadie. En consecuencia, me hice rico sin un dirham, pasando frente a la gente como si fuera un rey”.
El Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, aconsejó a su Ummah (nación) que se contente cuando dijo: “Si estás contento con lo que Al-lah te ha dado, serás la persona más rica”.
El Mensajero, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, suplicó a Al-lah el Todopoderoso, diciendo: “Al-lahumma kanani bima razaqtani wa barik li fi wajluf alai kuli gaibatin li bijair (oh, Al-lah, hazme contentar con lo que me has proporcionado, bendícelo para mí y concédeme algo bueno en compensación por lo que hecho).
Una persona que está contenta con lo que Al-lah, el Todopoderoso, provee para él disfrutará de tranquilidad y satisfacción, ya que no anhela lo que los demás tienen ni desea lo que no posee. En consecuencia, Al-lah, el Todopoderoso, así como la gente, lo amará. El siguiente reporte del Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él se aplicaría en este caso: “No te inclines a la vida mundanal y Al-lah te amará. No desees lo que la gente posee, y la gente te amará”.
Además, una persona no puede alcanzar el grado de agradecimiento a menos que se contente con la provisión que recibe. Este significado está indicado por lo que el Profeta le dijo a Abu Hurairah, que Al-lah esté complacido con él: “¡Abu Hurairah! Sé piadoso, y serás la persona más querida. Conténtate con lo que tienes y serás la persona más agradecida. Desea para las personas lo que deseas para ti mismo y serás un [verdadero] creyente”.
Por lo tanto, una persona contenta tiene un ser virtuoso, ya que no hace daño a su orgullo por una ganancia mundanal que pronto desaparecerá. Esas personas son las que Al-lah, el Todopoderoso, elogió en Su revelación: {[Den caridad a] los pobres que padecen necesidad [por dedicarse] a la causa de Dios y no pueden viajar por la tierra [para trabajar y ganar su sustento]. Quien ignora [la realidad de] su situación los cree ricos, ya que por dignidad no mendigan. Pero los reconocerás por su conducta, no piden inoportunamente. Lo que sea que des en caridad, Dios lo sabe} [Corán 2:273].
También, el Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, nos dio buenas nuevas cuando dijo: “Exitosa es la persona que adoptó el Islam, ha sido provista con lo justo para cubrir sus necesidades, y se siente satisfecho con lo que Al-lah le ha dado”.
Omar Ibn Al Jattab, que Al-lah esté complacido con él, dijo: “La codicia es [en esencia] pobreza, y el desinterés [por lo que otros tienen] es riqueza. A quien no tenga interés [es decir, no anhele] por lo que poseen los demás, ello se le hace innecesario”.
Una historia increíble a este respecto se menciona en el libro de Al Ihi’a;
Al Jalil Ibn Ahmad Al Farahidi, que Al-lah lo tenga en Su misericordia, se negó a ser el tutor privado del hijo del gobernante de Al Ahwaz. Sacó pan seco para mostrar al mensajero del gobernante, y dijo: “Mientras encuentre esto, no necesito a Sulaimán [el gobernante]”. Entonces, dijo algunos versos poéticos que significan: “Informa a Sulaimán que disfruto de la facilidad y la riqueza, aunque no tengo riqueza. Mantengo mi orgullo pues no veo a nadie morir de hambre ni permanecer en el mismo estado toda su vida. Nos damos cuenta de que la pobreza no está en las propiedades, como tampoco la riqueza”.
De hecho, Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, fue sincero cuando dijo: “La riqueza no es la abundancia de tesoros; más bien, es estar satisfecho con lo que se tiene”.
Al-lah, haznos estar contentos con lo que nos has dado y haznos la gente más satisfecha con lo que nos has decretado de provisiones. Amín.
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Personalidad del Musulmán