El istigfar (arrepentimiento) es una bendición dada por el Perdonador, quien se arrepiente ve los beneficios en su propia persona, en sus bienes, su familia y en todos sus asuntos. Esta bendición no la conoce nadie más que una persona que ha estado sumida en los pecados.
Los pecados son el origen de toda calamidad, la llave que abre la puerta a toda tribulación y la causa de la corrupción en la Tierra, dijo Al-lah: {Se puede ver la devastación en la Tierra y en el mar como consecuencia de las acciones del ser humano. Han de padecer [el resultado de] lo que cometieron, quizás así recapaciten} [Corán 30:41].
Los pecados generan la privación, quien los comete se priva a sí mismo de la anuencia y ayuda de Al-lah, de Su guía, del entendimiento, de la aceptación de las obras, de saborear la delicia de la obediencia, de la respuesta a sus súplicas, del conocimiento y el sustento. En el hadiz encontramos: “Los pecados que comete la persona lo privan de su sustento” (Ahmad, y Al Arnauti dijo que era hasan).
Los pecados son motivo de decepción, pues estos conducen a la persona hacia el castigo infernal, hacen que Al-lah se moleste, dificultan los asuntos, diluyen la bendición y hacen que la persona nunca esté conforme, como dijimos, las faltas son la causa de las desgracias. Dijo Al-lah: {A causa de sus pecados murieron ahogados [por el diluvio] y luego [el Día del Juicio] irán al Fuego, ya que encontrarán [que sus ídolos y poderosos] no podrán defenderlos de Al-lah} [Corán 71:25]; {Si los aflige una desgracia, es consecuencia de [los pecados] que sus propias manos han cometido} [Corán 42:30]; y: {Debido a las injusticias que cometían los judíos, y porque constantemente obstaculizaban el camino de Dios, les prohibí cosas buenas que antes les eran permitidas. Lucraban con la usura siendo que les estaba prohibido, y estafaban engañando a la gente. Les tenemos reservado un castigo doloroso a quienes de entre ellos negaron la verdad [a pesar de conocerla]} [Corán 4:160-161].
Todo ser humano comete errores y faltas, así que no le queda más refugio ni otra puerta que tocar que la del istigfar. Al-lah dijo: {Pidan perdón a Al-lah por sus pecados, ¡oh, creyentes!, que así alcanzarán el éxito} [Corán 24:31].
Beneficios del istigfar
El istigfar es en sí una de las más nobles formas de adoración y una de las mejores ofrendas, por lo tanto, sus beneficios se evidencian en aquellas personas que con constancia están suplicando el perdón. Son gente que tienen paz y tranquilidad en su ser y en su corazón, dijo Al-lah: {Supliquen perdón a su Señor y arrepiéntanse ante Él, pues así les concederá de Sus gracias hasta un plazo determinado, y recompensará a todo aquel que haga el bien} [Corán 11:3].
El istigfar anima a la persona, le da fuerza física y la fortalece en contra de las enfermedades, dijo Al-lah: {Pidan perdón a su Señor y arrepiéntanse, que Él les enviará del cielo lluvias benditas, aumentará su fortaleza y multiplicará su poderío} [Corán 11: 52].
El arrepentimiento es un medio para prevenir los desastres, los accidentes, las pruebas y tribulaciones, y de que el castigo de Al-lah no descienda, pues dijo Al-lah: {Pero Al-lah nunca los castigaría estando tú [¡oh, Muhammad!] entre ellos, ni tampoco mientras haya quienes Le pidan perdón} [Corán 8:33].
Quien esté buscando que la lluvia descienda en abundancia y traiga su beneficio, tener una buena descendencia y un sustento amplio, debe ser constante en el istigfar, tal como lo mencionó Noé en lo que Al-lah nos dijo: {Y les dije: ‘Pidan perdón a su Señor, porque Él es Indulgente, así les enviará del cielo bendiciones en abundancia, y les concederá numerosas propiedades y muchos hijos, como también les concederá jardines y ríos } [Corán 71:10-12].
En el hadiz encontramos: “Quien persevera en el istigfar verá que Al-lah le dará una solución a cada preocupación, una salida para cada problema y le proveerá con lo que no se imagina”.
El istigfar no solo es el medio para que los pecados sean perdonados, sino que además aumenta los hasanat y eleva los rangos de la persona en la otra vida. Dijo Al-lah: {Y [recuerden] cuando les dije: "Entren en esta ciudad [Jerusalén] y coman de ella cuanto deseen en abundancia, pero entren por la puerta prosternándose, suplicando: ¡Perdónanos! Que perdonaré sus pecados, y les concederé aún más a los que hacen el bien"} [Corán 2:58].
El istigfar busca la complacencia del Señor de los cielos y la Tierra, por medio del reconocimiento de la desobediencia cometida en Su contra. Una persona arrepentida sinceramente al pedirle perdón a Al-lah es como si Le suplicara: “Señor mío, estoy aquí frente a Ti arrepentido ¡perdóname! Borra mis faltas, no hay otro señor más que Tú, ni divinidad alguna sino Tú”. Por eso el Imam Ibn Kazir dijo en este sentido: “Quien se caracteriza con el arrepentimiento verá que Al-lah le facilita los medios para que obtenga su sustento, le hace fácil todo asunto y lo protege de los males, lo fortalece si es débil, lo cura si está enfermo y lo alivia si está agobiado”.