Alabado sea Al-lah, Quien Ha frustrado las esperanzas de Satanás y sus designios al hacer del ayuno un baluarte y un escudo para Sus siervos virtuosos; Quien les Enseñó que el camino de Satanás para llegar a sus corazones está en la lujuria secreta; Quien les Ha hecho saber que solo al someter la lujuria secreta de sus almas lograrán la superioridad.
El ayuno se distingue de los otros pilares del Islam por su posición especial y peculiar en relación con Al-lah, ya que Él dijo a través de la boca del Su Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam: “Toda buena obra será recompensada desde 10 a 700 veces, excepto el ayuno, el cual es soportado por Mi causa y Yo lo Recompensaré”. [Bujari] Para tener una idea de la excelencia del ayuno solo tenemos que recordar las palabras del Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, cuando dijo: “Por Aquel en Cuyas Manos está mi vida, el mal aliento de la boca del hombre que ayuna es más fragante ante Al-lah y más placentero para Él que el aromático musk”. [Bujari y Muslim]
Y ya que la excelencia del ayuno se ha vuelto tan importante, es necesario para el musulmán conocer su recompensa y sus condiciones externas. Sin embargo, este artículo estará centrado en los requerimientos internos del ayuno, porque este aspecto del ayuno es menos abordado en comparación con los deberes y regulaciones externas del ayuno, las cuales son ampliamente discutidas.
Reflexionando sobre la naturaleza del ayuno, uno de los mayores actos de adoración del Islam, la gente de conocimiento llegó a la conclusión de que existen tres niveles de ayuno:
1. El ayuno de la persona común
Este ayuno consisten en la abstinencia del apetito, las relaciones maritales, el ruido, las disputas, etc.
2. El ayuno de los que se esfuerzan más
Este consiste en mantener a los oídos, los ojos, la lengua, las manos, los pies, así como todos los demás sentidos, alejados del pecado. La gente en esta categoría se libera del pecado de las siguientes formas:
· Absteniéndose de mirar cualquier cosa que indebida o cosas reprobables como decir mentiras, calumniar, decir chismes, el perjurio, la codicia y las miradas lujuriosas.
· Mantener la lengua libre de habladurías, mentiras, calumnias, chismes, obscenidad, malas palabras, disputas e hipocresía. Más bien, uno se tiene que mantener ocupado con el recuerdo de Al-lah y la recitación del Corán.
· Cerrar los oídos a todo lo que es reprochable.
· Restringir el resto de los sentidos del pecado. Apartar la mano del mal, evitar que los pies persigan la maldad, evitar los alimentos cuestionables para romper el ayuno.
· Evitar la glotonería al romper el ayuno, incluso cuando la comida es halal. La esencia, así como el secreto del ayuno, es el debilitamiento de la carne, la cual es la herramienta que utiliza Satanás para llevar a la humanidad hacia el mal.
· Después de romper el ayuno, el corazón debe permanecer en estado de suspenso entre el temor y la esperanza, ya que no sabemos si el ayuno fue o no aceptado.
3. El ayuno de la élite
El ayuno de la élite es el ayuno del corazón de los malos pensamientos, las preocupaciones mundanales y todo lo demás que pueda desviarnos del pensamiento de Al-lah.
Esta clase de ayuno se rompe al pensar en los asuntos mundanales, excepto aquellos que conducen a un final religioso, ya que esto constituye una provisión para la otra vida y no es de este mundo inferior.
A esta tercera clase pertenecen los Profetas, los verdaderos Awlia (gente piadosa) y los cercanos a Al-lah. Consiste en una mayor dedicación a Al-lah, sin prestar oídos a todo lo demás, excepto a Él. Esto está relacionado con el significado de Sus palabras (que se interpretan en español): {… Di: Fue Allah [Quien lo reveló], y luego déjales que continúen con sus burlas.} [Corán 6:91]
Los requerimientos internos
Para poder lograr este ayuno especial, el practicado por los virtuosos, debemos mantener nuestros órganos alejados del pecado, y ciertas cosas son exigidas para cumplir con este tipo de ayuno:
1. No mirar las cosas que desagradan a Al-lah
Esto significa evitar que los ojos vean cualquier cosa censurable o reprensible, o de distraer el corazón y desviarse del recuerdo de Al-lah.
2. No hablar cosas que desagradan a Al-lah
El Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, dijo: “El ayuno es un escudo; por tanto, cuando alguno de ustedes esté ayunando, no debe hablar de manera tonta o insensata. Si alguien lo ataca o lo insulta, que le diga: ‘Estoy ayunando, estoy ayunando’”. [Bujari y Muslim]
3. No escuchar lo que desagrada a Al-lah
Cerrar nuestros oídos a cualquier cosa reprensible; porque todo lo que es prohibido hablar, también es prohibido escuchar. Es por esto que Al-lah Ha Igualado entre el chismoso y el que se beneficia de lo ilícito en Sus palabras (que se interpretan en español): {Prestan oídos a la mentira y comen vorazmente de lo ilícito…} [Corán 5:42]
4. No hacer lo que desagrada a Al-lah
Mantener todos los demás órganos y miembros alejados del pecado: las manos y los pies de las acciones reprensibles, y el estómago de la comida prohibida. El Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, dijo: “¡Cuántos de aquellos que ayunan no obtienen nada del ayuno sino el hambre y la sed!” [Ibn Mayah] Esto ha sido interpretado como referente a aquellos que rompen su ayuno con comida ilícita.
5. Evitar comer en exceso
No comer por demás a la hora de romper el ayuno, hasta el punto de saturar el estómago. No hay un receptáculo más despreciable para Al-lah que un estómago repleto de comida. ¿Serviría el ayuno como un medio para conquistar al enemigo de Al-lah y abatir el apetito si al tiempo de romperlo lo único que nos preocupa es llenar excesivamente nuestro estómago, como si estuviésemos queriendo compensar la privación que sufrimos durante el día? Incluso se ha convertido en una costumbre abastecerse para Ramadán de toda clase de productos alimenticios, ya que durante ese tiempo se consume más que en el transcurso de varios otros meses juntos.
Es bien sabido que el objetivo del ayuno es experimentar el hambre y controlar el deseo, para así reforzar el alma con la piedad. Si el estómago experimenta hambre desde temprano en la mañana hasta la noche, y su apetito se despierta y se intensifican sus ansias por comer, y luego se le ofrece manjares y se le permite comer hasta llenarse, el gusto por el placer se incrementa y su fuerza se exagera; las pasiones se despiertan, las cuales habrían permanecido inactivas en condiciones normales.
La esencia y el secreto de la naturaleza del ayuno es debilitar las fuerzas que son los medios que utiliza Satanás para conducirnos hacia el mal. Por lo tanto, es muy importante reducir la ingesta de comida lo que se consumiría en una noche normal cuando no se está ayunando.
6. Busca a Al-lah con temor y esperanza
Después de que el ayuno se ha roto, el corazón debe oscilar como un péndulo entre el temor y la esperanza. Porque uno no sabe si su ayuno será o no aceptado, y si uno encontrará el favor de Al-lah o será rechazado, quedando entre aquellos a los que Él aborrece. Es así como la persona debe estar al finalizar cualquier acto de adoración que realice.