No existe un tiempo mejor para iniciar cambios positivos en nuestras vidas que este bendito mes.
Ramadán es una oportunidad recurrente para los musulmanes de mejorar espiritualmente y redimir sus almas. Es también un ejercicio anual de autocontrol y autorestricción, pero, por sobre todo, es una manifestación física de nuestra total sumisión y obediencia a Al-lah. Debido a esta sumisión y obediencia a Sus órdenes es que los musulmanes ayunan, absteniéndose de comida, bebida y relaciones maritales durante los días de Ramadán, este es el aspecto físico del ayuno. Cuando cae la noche los aspectos espirituales toman el control; porque mientras comer, beber y mantener relaciones maritales está permitido durante la noche, el musulmán se dedica a la oración, que lo llevará hasta bien entrada la noche. Este es un programa bien balanceado que levanta el espíritu, fortalece la voluntad, y afirma el Tawhid como ningún otro acto de adoración puede hacerlo.
La conducta de nuestro Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, y sus Compañeros, que Al-lah Esté complacido con todos ellos, durante Ramadán era muy diferente a la de los musulmanes hoy en día. Ellos dedicaban sus días y sus noches a la adoración. Sus vidas giraban completamente alrededor del Libro de Al-lah, el Corán, recitándolo dentro y fuera de los Salats. El Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, solía recitar el Corán entero con el Ángel Gabriel una vez cada Ramadán. El Imam Al Bujari, que Al-lah lo tenga en Su misericordia, narró: “Gabriel solía repetir la recitación del Corán con del Profeta una vez al año (en Ramadán), pero lo repitió con él dos veces en el año en que murió”. El Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, solía permanecer en I’tikaf por 10 días cada año (durante Ramadán); pero en el año de su muerte permaneció en ‘Itikaf por 20 días”.
Debido al estatus especial de Ramadán, muchas obras y acciones tienen recompensas especiales. El Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, fue el más generoso de las personas, pero era especialmente generoso durante Ramadán. Ibn ‘Abbas, que Al-lah Esté complacido con él, dijo: “El Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, era el más generoso entre la gente, y solía serlo más aún durante el mes de Ramadán, cuando Gabriel lo visitaba. Gabriel solía encontrarse con él cada noche de Ramadán hasta el final del mes. El Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, recitaba el Corán a Gabriel, y cuando Gabriel se reunía con él solía ser más generoso que la brisa que pasa (trayendo lluvia y bienestar)”. [Bujari]
Ramadán es el mes de la misericordia y la caridad. La revelación del Corán y la bendición del Profeta Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam, con la profecía están entre las grandes manifestaciones de la misericordia de Al-lah. Al-lah afirma esto en numerosos versos del Corán, a continuación mencionaremos algunos ejemplos:
- {…Te hemos revelado el Libro que contiene todos los preceptos [que necesitan los hombres] y el cual es guía, misericordia y albricias para quienes se someten a Al-lah.} [Corán 16:89]
- {…Por cierto que ya os llegó de vuestro Señor la evidencia [el Corán], como guía y misericordia [para quienes la sigan]…} [Corán 6:157]
- {Y por cierto que les enviamos el Libro [el Corán], en el que detallamos todas las cosas con sabiduría, como una guía y misericordia para quienes creen.} [Corán 7:52]
- {Y revelamos el Corán como cura para los corazones y misericordia para los creyentes…} [Corán 17:82]
Y cuando Al-lah se Refirió a la comisión de nuestro amando Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, dijo: {Y no te enviamos [¡Oh, Muhammad!] sino como misericordia para los mundos.} [Corán 21:107] Además, el Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, dijo describiéndose a sí mismo y mencionando sus atributos: “Yo soy el Profeta de la misericordia”. [Bujari]
No cabe duda de que nuestro amado Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, poseía los más elevados valores morales y atributos humanos. Él era el más generoso, el más misericordioso, más valiente, el “más” y el “mejor” en todo lo bueno del Islam, y como fue descrito por su esposa ‘A’ishah, que Al-lah Esté complacido con ella, su comportamiento (Juluq) era el Corán. La pregunta es, ¿dónde nos deja esto? Algunas personas excusan sus deficiencias diciendo: “Yo no soy el Profeta”; pero, ¿dónde dice que tienes que ser un Profeta para ser misericordioso o ser generoso, etc.? Es cierto que nadie puede compararse con el Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, o siquiera esperar alcanzar parcialmente sus elevados niveles y estándares; pero eso no debe ser una excusa para no seguir su ejemplo y esforzarnos por ser los mejores musulmanes que podamos.
Existen muchos hadices que nos informan que la persona que priva a los demás de algo será privada de ello, o, que será recompensada, con creces, por aquello que da a los demás:
1. “Al-lah no será Misericordioso con aquellos que no son misericordiosos con la gente”. [Bujari]
2. Al-lah no concederá Su misericordia excepto a los misericordiosos entre Sus siervos”. [Bujari]
3. Cada Buena acción será recompensada (multiplicada) por diez, hasta setecientas veces; y Al-lah las multiplica a quien Él Quiere”. (Muttafaq ‘alaihi, o sea registrado por Bujari y Muslim)
4. “Al-lah Dice: ‘Gasta en el hijo de Adán, y Yo Gastaré en ti’”. [Muttafaq ‘alaihi]
No existe un tiempo mejor para iniciar cambios positivos en nuestras vidas que este bendito mes. Durante Ramadán ocurren muchas cosas buenas: las recompensas son multiplicadas, los demonios son encadenados, las puertas del Infierno son cerradas, y las puertas del Paraíso son abiertas. Cada noche de Ramadán Al-lah redime a los creyentes del castigo del Infierno. Este es el mes de la misericordia, el arrepentimiento y la caridad. ¡Aprovéchalo, no lo pierdas!