Su relación con Dios
Respecto a su relación con Al-lah, debemos saber que no hay una forma de adoración sin que Al-lah haya asignado un gran grupo de ángeles para que la cumplan. Él recuerdo de Al-lah y el invocarle, es una forma de adoración, para ello hay ángeles que se dedican única y exclusivamente a esta labor. Otros fueron creados para hacer el ruku (un tipo de reverencia que se hace en la oración) hasta el Día de la Resurrección, igualmente el suyyd (la prosternación)… Éntonces, Lo adoran y también cumplen las diversas funciones en la creación que les han sido encargadas. Algunos de ellos son responsables de las nubes, otros de la lluvia, de acompañar al ser humano desde la concepción hasta la muerte, e incluso en el Paraíso y en el Infierno. Igualmente, es por medio de los ángeles que Al-lah envía Sus Mensajes a Sus Profetas; como Yibril, la paz sea con él, el mensajero de Al-lah a Sus Profetas. Én todo lugar encontramos ángeles desempeñando todo tipo de labores relacionadas con la creación y sus leyes, ellos son los encargados de vigilar que esas leyes se cumplan para el normal funcionamiento del universo entero. És una gran muestra del Poderío y Grandeza de Al-lah, exaltado sea.
Su relación con los seres humanos
Ahora bien, existe una relación entre los ángeles y los seres humanos, como dijimos, desde el mismo momento de la concepción y hasta la muerte, no hay un solo movimiento que haga un hombre sin que ellos estén con él. Éncontramos ángeles a los cuales Al-lah dispuso para el cuidado de todos y cada uno de nosotros, nos protegen de todo lo que no ha sido destinado que nos suceda; pero cuando llega el momento de que nos pase algo, ellos se apartan y se someten al destino establecido, no tienen poder de cambiarlo; y es por eso que, como musulmanes, no les adoramos, no les imploramos, ni les rogamos, ni elevamos plegarias para que nos cuiden, sino que pedimos la protección de Al-lah únicamente. Por ejemplo, cuando sucede un accidente y mueren todos los involucrados menos uno, es claro que el tiempo de quien se salvó no había terminado, todavía tiene vida en este mundo; pero es Al-lah Quien hizo que descendieran ángeles para salvarlo de ese accidente.
Otros ángeles están a nuestro lado e incluso les sentimos; esto ocurre cuando escuchamos dos discursos en nuestra conciencia, uno nos llama al bien y otro al mal. Por ejemplo, cuando llega el tiempo de la oración y escuchamos esa vocecita que nos dice “debo cumplir con mi deber con Al-lah”, ese es el ángel que nos llama al bien, es de esa manera que lo sentimos. Pero, al mismo tiempo, escuchamos la otra voz que nos dice “hombre usted está trabajando y el trabajo es una forma de adoración, así que le basta con que ore una vez a la semana o al año, no se preocupe”; esta última voz es lógicamente la del Shaitan, que quiere para el hombre la perdición. Pero esto es una gran muestra del equilibrio en la creación, así como existe el bien, existe el mal. De la respuesta que demos a estos dos llamados es que depende nuestro futuro en esta vida y en la otra; cada vez que respondamos al bien, nuestro ser sentirá más al ángel que nos llama a seguirlo.
Los ángeles escribas
Tenemos, por otra parte, dos ángeles que registran absolutamente todo lo que hacemos y decimos, lo bueno y lo malo, hasta lo más mínimo. Dice Al-lah en el Corán (lo que se interpreta en español): {…Al-lah os retribuirá por todo lo que hagáis. Nuestros emisarios [los Ángeles] registran cuánto hacéis.} [Corán 10:21] Así, el hombre se sorprenderá el Día del Juicio cuando vea su registro frente a él, y dirá: {… ¿Qué clase de registro es éste, que no deja nada grande ni pequeño sin enumerar? Éncontrarán mencionado todo cuanto hubieren cometido, y tu Señor no oprimirá a nadie.} [Corán 18:49]Ésta palabra es clara, encontrará mencionado todo lo que haya hecho; el registro es tan preciso que lo veremos como si los hechos estuvieran sucediendo en frente nuestro, como una película. Y nuevamente nos encontramos con lo maravilloso que es Al-lah con nosotros, que les ha ordenado a los ángeles que, cuando registren una buena acción, la cuenten como diez buenas acciones; y cuando hacemos algo malo, el ángel que anota lo bueno le dice al otro, espera un momento hasta que se arrepienta…
Continúa…