Él Hayy, entre la obligación y la realidad

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Todas las alabanzas sean para Al-lah, Señor de los mundos, y que Su paz y bendiciones sea con el Profeta Muhammad, sus familiares y todos sus discípulos.

Somos testigos de los millones de monoteístas que año tras año, y hasta el día de hoy, se disponen a viajar a los lugares sagrados de la Meca para cumplir con el quinto pilar del Islam, el Hayy, siguiendo las enseñanzas del Imam de los monoteístas, Ibrahim (Abraham), la paz sea con él, en respuesta al llamado que hiciere hace miles de años: {Y [también le Ordenamos a Abraham:] convoca a los hombres a realizar la peregrinación; vendrán a ti a pie, o sobre camellos exhaustos de todo lugar apartado. Para que atestigüen todas las gracias [de la peregrinación], y recuerden el nombre de Al-lah en los días consabidos al sacrificar las reses del ganado que &Éacute;l les Ha Proveído. Comed, pues, de ellas, y dad de comer al indigente y al pobre} [Corán 22:27-28] Además de dar cumplimiento a las órdenes y enseñanzas del Profeta Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam, quien dijo: “Aprended de mí la forma en que debéis hacer vuestro Hayy”.
Apenas entran los meses del Hayy, el amor por Al-lah y la motivación por seguir la Sunnah del Profeta Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam, de los casi 1.500 millones de musulmanes alrededor del mundo, genera el deseo en cada uno de ellos de embarcarse en el viaje que los lleve hasta la Meca para responder al llamado de Al-lah, Altísimo sea. ¿Cuántos de los que tienen la dicha de asistir y cumplir con esta obligación viven en su totalidad esta experiencia como debe ser y logran sacarle todo el provecho {Para que atestigüen todas las gracias [de la peregrinación]} en un corto y largo plazo?
Las ‘Ibadat (prácticas de adoración) en el Islam no son ritos que se realizan por cumplir con una rutina y ya; todo lo contrario, estas ‘Ibadat buscan generar en el individuo y la sociedad en general la conciencia de que todo lo que hagan debe ser hecho por Al-lah, pues en ello está realmente el bien para todos y cada uno de los seres que habitamos este planeta. La conciencia a la que nos referimos se reconoce cuando se ve expuesta en el comportamiento de cada miembro de la comunidad islámica; por ello, nos hacemos la siguiente pregunta: ¿La realidad por la que estamos pasando como Ümmah es una prueba clara de que logramos entender y sacar provecho del Hayy? Él Hayy es una forma de adoración que despierta, revive y fortalece el sentido de piedad por los demás, de unidad y entendimiento entre todos los seres, ¿es esto evidente en la vida de los musulmanes y sus relaciones entre sí?
La forma en que se ponen en práctica las ‘Ibadat es crucial para que tengan el efecto esperado en la Ümmah. Por esta razón, es fundamental que los peregrino se pregunten a sí mismos si, antes de emprender semejante travesía, se han dedicado a aprender los reglamentos y dictámenes de la Sharia´h respecto a el Hayy, y si durante su ejecución han cumplido con lo establecido por Al-lah y Su Profeta, Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam. ¿Será que la multitud que vemos año tras año, vestida de blanco, haciendo el Tawaf, y yendo y viniendo de un lugar a otro por todos los sitios sagrados de la Meca están verdaderamente apegados a las órdenes de Al-lah? ¿Será que han sido capaces de sobrepasar la barrera que la guerra ideológica y de las costumbres ha colocado entre el musulmán y el verdadero entendimiento de su religión?
La realidad es que, aunque veamos que el número de peregrinos va en aumento todos los años, y que la adhesión por la práctica de la religión igualmente crece, nos encontramos con una verdad amarga, y es la de que muchos de estos peregrinos contestan negativamente, con su comportamiento, a todas las preguntas que nos realizamos con anterioridad, y las causas de esta desgracia pueden ser:
·         Muchos de nuestros hermanos musulmanes se encuentra bien lejos de los principios reales y verdaderos de la creencia islámica, por lo que se han desviado de la vía recta de Al-lah y las enseñanzas de Su Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam. Vemos a muchos incurrir en actos acompañados por el Shirk (idolatría), y lo que es peor aún, es que muchas de las personas que tienen conocimiento no les advierten a estos faltos de conocimiento sobre su mal proceder o lo hacen de mala manera, lo que genera reacciones que llevan a las personas a no escuchar los consejos.
·         Algunos de los peregrinos, aunque estén animados porque van a cumplir con uno de los pilares del Islam, con el cual completarán los otros cuatro, ven este viaje como algo turístico, es decir les emociona más el saber que estarán en la Mezquita del Haram, que verán la Ka’bah y andarán por sitios históricos; por ello, el sentido espiritual del Hayy no pasará por sus mentes y corazones. Pero peor es el caso de algunos peregrinos que van al Hayy solo por orgullo, para que al volver a sus países de origen sean reconocidos con el título de Haayy (peregrino).
·         La ignorancia de muchos de los peregrinos sobre la conducta y el comportamiento con el que se debe distinguir todo musulmán, en especial durante la peregrinación. Con dolor notamos que algunos peregrinos tienen un mal comportamiento, empujan y hacen daño a los demás y comenten algunas o muchas de las cosas prohibidas durante el estado de Ihram, contradiciendo totalmente lo que Al-lah Dice (lo que se interpreta en español): {La peregrinación se realiza en meses consabidos, y quien en ellos se consagrara para hacerla, deberá abstenerse [durante la peregrinación] de las relaciones maritales, los actos de desobediencia y las discusiones} [Corán 2:197]
Para que el Hayy deje de ser una costumbre o un rito muerto, aconsejamos a nuestros hermanos que tienen la disposición de realizarlo este o en los próximos años lo siguiente:
·         Que se preparen bien para este viaje, no solo con la provisión económica necesaria, la cual tiene que provenir de medios lícitos, sino con el conocimiento adecuado para que cuando estén realizando cualquiera de sus ritos logren sentirlo en su corazón y con ello mejoren su comportamiento y eleven y fortalezcan su fe.
·         Él apego por las enseñanzas de Al-lah y Su Profeta Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam, sobre la manera correcta de cómo realizar el Hayy. Para ello, debemos dejar de lado el “es que fulano me dijo”, debemos recordar que en nuestra religión lo único que cuenta es lo que Al-lah y Su Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, dicen.
·         Los peregrinos deben recordar que en el Hayy que realizó el Profeta Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam, Al-lah, Altísimo sea, le Comunicó que la religión se había completado. Por lo tanto, este sentido debe estar presente desde el momento en que salimos de nuestro hogar, entrar en el estado de Ihram y realizar todo lo pertinente y concerniente con esta gran forma de adoración. Pues esas Palabras dictadas por Al-lah significan también que el peregrino está completando su religión al realizar el Hayy.

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