Los orígenes paganos de la Navidad y la mezcla de ideas paganas con el cristianismo

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Lecciones de navidad:

Él cumpleaños del Profeta

{Di: ¡Oh, Gente del Libro! No os excedáis en vuestra fe tergiversando la Verdad, y no sigáis las pasiones de quienes se extraviaron anteriormente e hicieron que muchos [también] se extraviaran, y se desviaron del camino recto.} [Corán 5:77] Tanto los musulmanes como los cristianos serios pueden aprender muchas lecciones de la Navidad, la celebración anual de la victoria del paganismo sobre el mensaje del Profeta ‘Isa (Jesús), la paz sea con él.
Nadie discute que el evento y todos sus símbolos proceden de religiones paganas; no tienen nada que ver con el nacimiento o las enseñanzas de Jesucristo. Por un lado, nadie sabe con certeza la fecha del nacimiento de Jesús, la paz sea con él. “De hecho, las fechas en casi todos los meses del año fueron sugeridas por estudiosos respetados en uno u otro momento”, afirma The American Book of Days (Él Libro Americano de los Días). Y por otro, la misma celebración de los cumpleaños es una idea pagana, nunca promovida por ninguno de los profetas o libros de Al-lah, incluyendo la Biblia. Los líderes de la iglesia primitiva se opusieron a esto fuertemente. Alrededor del año 245 de la era cristiana, el africano Origen, padre de la iglesia y filósofo, escribió que era pecaminoso incluso pensar en celebrar el cumpleaños de Jesús “como si él fuera un rey faraón”. [The American Book of Days]
Pero el mundo pagano tenía oraciones y celebraciones durante la estación de invierno. Quienes adoraban al dios sol debido a su aparente poder, solían preocuparse acerca del destino de su dios en un mundo de muchos dioses, ya que los días se hacían cortos y el aire muy frío. Parecía que el sol estaba siendo vencido por el dios de la nieve que traía muerte y miseria con él. “Én Roma, el sol, en su solsticio de invierno, estaba más débil el 25 de diciembre y tenía que renacer con la ayuda de hogueras, luces, procesiones y oraciones”. [Reader's Digest Book of Christmas]
Ésta celebración romana, pagana, era llamada Saturnalia. Los persas también tenían celebraciones similares para Mitra, su dios sol. Los paganos consideraban que el pino, el acebo, la hiedra y el muérdago, que permanecen verdes incluso durante la estación de invierno, tenían poderes mágicos. Los druidas, cuyos templos de piedra pueden verse en Inglaterra, miraban al muérdago con reverencia y solían quemarlo en sacrificio durante las festividades de los solsticios. También, solían colgarlo en sus casas. Cuando no conoces al único y verdadero Dios, incluso las hojas y las plantas se convierten en dioses. Éllos pensaban que esto traía buena suerte, fertilidad y protección contra la brujería, y que era un antídoto para el veneno. Él muérdago es usado incluso hoy en día, ¡aunque las Naciones Ünidas podrían considerarlo prohibido si resultan ser ciertos su poderes de fertilidad!
Én 1822, el Dr. Clement Moore, profesor de divinidad, escribió un poema titulado “La visita de San Nicolás”. Él poema se hizo popular y nació Santa Claus. ¿La razón de la popularidad? “...el tiempo era oportuno. Se necesitaba un mito, y la reconstrucción de la ‘antigua Navidad’ era buena para el ambiente”. [William Sanson, A Book of Christmas] Algunas décadas después, The New York Sun respondía una pregunta de 8 años: ¿Éxiste un Santa Claus? La respuesta se ha vuelto clásica: “Nadie ve a Santa Claus, pero eso no significa que no haya un Santa Claus. Las cosas más reales en el mundo son aquellas que ni los niños ni los adultos pueden ver”. Éntonces, Santa Claus es divino y, a juzgar por las celebraciones cristianas, ciertamente más importante que el mismo Jesucristo.
Los líderes de la iglesia querían cristianizar las festividades paganas, pero el eslogan de su accionar pasó a ser: “Si no puedes contra ellos, úneteles”. Él Papa Gregorio declaró en el año 610 d.C.: “…de mentes obstinadas es imposible cortar todo de una sola vez”. Ésta fue una licencia para otra “perla de sabiduría”: “Cuando estés en Roma, haz lo que los romanos hacen”.
Y así lo hicieron. Primero lentamente, y luego de prisa. “Él ‘hijo de Dios’ reemplazó al dios sol. La Saturnalia fue reemplazada por la ceremonia de Cristo o Christ Mass (Misa de Cristo), que más tarde se convirtió en la Navidad (Christmas). Por varios siglos esto fue únicamente un aniversario de la iglesia, observado por los servicios religiosos. “Én Navidad, los hombres y las mujeres no, repito, no se vestían (para la ocasión) o imitaban; no habían augurios, como las supersticiones sobre el fuego; las casas no debían ser decoradas, ningún regalo dado, nada de mesas repletas, se mantenía una observación estricta sobre la bebida”.
Pero la falsa religión se desvía de la verdadera religión. Considera los regalos de Navidad, un remanente de la práctica romana de dar muñecos como regalo en lugar de su salvaje costumbre anterior de ofrecer sacrificios humanos. “La iglesia primitiva frunció el ceño ante el dar regalos como una costumbre pagana. Pero la gente disfrutaba mucho esto para abandonarlo; por tanto, la iglesia finalmente aceptó la idea y la autorizó”. [Barbara Rinkoff, The Family Christmas Book]
¿Árboles decorativos? “La iglesia primitiva prohibió el uso de ellos, pero otra vez aquí la costumbre estaba muy profundamente enraizada y la prohibición fue ignorada. Finalmente, la iglesia aceptó el uso de los árboles para decoración”. Y así sucesivamente. Ahora, considera este retrato de la Saturnalia y contrástalo con lo mencionado anteriormente: “... cerca de 15 días de alboroto, borrachera, ruido y juegos, soldados desnudos cantando; hombres vestidos de animales y comportándose con menos dignidad; sexo, a menudo con perversión”. [Reader's Digest Book of Christmas] Cualquiera puede ver qué imagen representa a la Navidad más de cerca en la actualidad.
Con el advenimiento del capitalismo, los antiguos paganos tuvieron un nuevo apoyo: la publicidad. George Bernard Shaw observó: “La Navidad es forzada en un nación renuente mediante los comerciantes y la prensa”. Así es como ellos pueden servir a Dios y hacer dinero al mismo tiempo. Ésta es una idea pagana en sí misma, y continúa viva y en buen estado en nuestros días.
Ésta derrota del cristianismo a manos del paganismo debe ser contrastada con la resonante victoria del Islam sobre este último. Antes del Islam, Arabia era una nación pagana de primera línea, pero ninguna de las costumbres paganas sobrevivió después del Islam… ni una sola.
No existía algo como “a la gente le gustaba mucho, entonces la iglesia lo permitió”. Él Islam erradicó completamente no solo las creencias, sino también las prácticas y los símbolos del paganismo. Ésto es un milagro en sí mismo, sobre el cual los estudiantes serios de religiones comparadas deben reflexionar. Aquí hay una prueba viviente de la autenticidad del último Mensajero, sallallahu ‘alaihi wa sallam.
Él éxito continuó a través de los siglos. Él secreto de este gran éxito está en lo que Stuart Brown [The Nearest in Affection] condena como la “antipatía musulmana hacia la innovación”. Él primer Califa, Abu Baker, que Al-lah Ésté complacido con él, había declarado en su primer discurso como gobernador que él era un seguidor no un innovador, trazando de ese modo la línea a seguir para todos los sucesores.
A lo largo de la historia islámica se ha hecho intentos de introducir bid’ah (innovación) como prácticas buenas e inocentes; pero, a diferencia del cristianismo, siempre ha habido un erudito bien guiado que ha luchado contra eso fuertemente. La lucha continúa en nuestros días. Sí, los musulmanes podemos aprender de la navidad. Aquellos de nosotros que puedan preguntarse qué tienen de malo las celebraciones de Milad Nabi (el nacimiento del Profeta), harían bien en darse cuenta de que la Navidad también comenzó como el Milad para Jesús, la paz sea con él.

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