Reflexiones de la Shari’ah sobre la crisis económica mundial (Parte 4)

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·         Éstamos frente a una oportunidad de oro para hacer Da’wah (invitar al Islam):
Los lamentables acontecimientos que han desgraciado la vida de tantos, son una oportunidad única que tienen los especialistas en economía islámica para demostrar que ésta es la única que puede asegurar todo lo que necesita la humanidad a este respecto. Cómo no ha de ser así, si los mismos occidentales son los que han dado el primer paso cuando apuntaron su interés hacia el sistema económico islámico, llevando a muchos de ellos a pedir que se aplicara la Shari’ah Islámica en las finanzas para remediar los daños causados por el capitalismo, único causante de la debacle económica mundial.
·         Disposición del mundo económico y político para adoptar la Shari’ah:
Después de que el sistema económico islámico era vilipendiado por todo el mundo, se ha convertido en la tabla de salvación, incluso para sus detractores. Loretta Napolitani, economista italiana, llegó a afirmar: “Los bancos islámicos son la alternativa más adecuada para remplazar a los bancos occidentales”. Algunas instituciones financieras de los estados musulmanes se han replanteado el sistema capitalista con el que fueron creadas y que siguen hasta el momento, para ver las posibilidades de adoptar la Shari’ah en sus transacciones; lastimosamente, esto no sucedió sino una vez que vieron el fracaso de lo que tanto orgullo les generaba[1].
·         Ayudar a los demás a ver la verdad:
Los sabios y especialistas en administración, finanzas y economía islámica, están obligados a asumir su responsabilidad ante la humanidad. Deben ofrecer la alternativa que el Corán y la Sunnah ofrecen al mundo para establecer un sistema económico y financiero completo, único que en realidad asegura la estabilidad, igualdad y justicia para todos, y que permite alcanzar al máximo todos los objetivos propuestos al respecto; pues es un modelo que no solo está libre de las transacciones con interés y usura, las ventas fraudulentas, los engaños y demás medios establecidos por el capitalismo en el mundo, sino que se basa en el establecimiento de la ley de Al-lah, el &Üacute;nico que Conoce las necesidades de Sus criaturas y la mejor forma de satisfacerlas.
·         La sabiduría y acierto de la ley de Al-lah:
Ésta crisis comprobó que cuando Al-lah Decreta el permiso o la prohibición de cualquier asunto, no lo Hace por capricho, sino que &Éacute;l Piensa en el bienestar del ser humano. No hay algo que sea Halal (permitido) en el Islam que no beneficie al hombre, y no hay nada Haram (prohibido, vedado) que no lo perjudique a corto o a largo plazo, en esta o en la Otra Vida. La desgracia que sacudió al mundo sacó a relucir la principal razón por la cual Al-lah, Altísimo sea, Prohibió con tanto ahínco la Riba (el interés y la usura), y el resultado de dar la espalda a Sus órdenes y desobedecerle.
·         La solución no debe basarse en lo que Al-lah Ha Prohibido:
Gran parte de las inmensas cantidades de dinero que muchos de los gobiernos sacaron de sus reservas para “salvar” a las instituciones financieras causantes de la crisis, provienen del incremento injusto en los impuestos, la impresión de dinero que no tiene fondos reales que lo respalden, y el cobro de interés. Él periódico francés Le Parisien mencionó que el gobierno de su país había destinado 10.5 billones de euros para prestárselos a 6 bancos, estableciendo un interés del 8%, y que esta suma provenía de préstamos que había adquirido de países y bancos en el extranjero. Én pocas palabras, quisieron curar al enfermo con la misma enfermedad que lo está matando.
·         La riqueza material es la perdición del ser humano:
La riqueza material hace que el ser humano se sienta más de lo que es, se sumerja en la vanidad y sea injusto consigo y con los demás, trata a la otra gente como inferiores, e incluso llega a tratarlos como esclavos, de los cuales solo busca beneficiarse. Se olvida de la grandeza y existencia de su Creador y de que &Éacute;l És el Todopoderoso, e ignora las señales que le Énvía para advertirle de que no se deje llevar hacia la perdición. Ésta es la enfermedad que llevó a los pueblos anteriores en la historia a su fin; sobre la gente de  ‘Ad a quienes se envió Profeta Hud, la paz sea con él, Al-lah nos Dice (lo que se interpreta en español): {Én cuanto a ‘Ad, se ensoberbecieron injustamente en la Tierra, y dijeron: ¿Acaso existe alguien más fuerte que nosotros? ¿És que no sabían que Al-lah És Quien los Creó y que &Éacute;l És más fuerte que ellos? Pero rechazaron Nuestros signos [evidentes].} [Corán 41:15]
La gente y las naciones que siguen los pasos de sus antepasados, recibirán la misma retribución por su inequidad, ¿es que acaso piensan que están a salvo del castigo de Al-lah? {¿Acaso vuestros incrédulos [¡Oh, idólatras de Quraish!] son mejores que éstos [los pueblos que anteriormente fueron destruidos por su incredulidad]? ¿O hay algo en las Éscrituras que os libre [del castigo]?} [Corán: 54:43]
·         Él resultado de la injusticia, la transgresión y el orgullo:
Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {…Por cierto que los inicuos no tendrán éxito.} [Corán 6:135], y: {…Y ya verán quienes hayan sido inicuos cuál será su destino.} [Corán 26:227] Ése es el destino de los injustos y soberbios, el fracaso y la perdición, y en nuestros días se ha hecho evidente; las grandes potencias derrocharon trillones de trillones de dólares en guerras para imponer su estilo de vida y controlar los recursos naturales de los países que invadieron, y hoy en día las vemos pasando dificultades, e incluso pidiendo préstamos a como dé lugar, todo para subsanar su déficit financiero agudizado por la crisis actual.
·         La ley de Al-lah para con las naciones injustas es la misma:
Dice Al-lah (lo que se interpreta en español):{Cuántos pueblos inicuos Destruimos, e Hicimos surgir después de ellos nuevas generaciones.} [Corán 21:11]; {Aquellas naciones predecesoras [como ‘Ad y Zamud] las Destruimos por su iniquidad, y ya Habíamos Decretado el día de su destrucción.} [Corán 18:59]; y: {Y los incrédulos seguirán padeciendo calamidades que azotarán a su territorio y a sus alrededores por su incredulidad, hasta que les llegue el castigo con el que Al-lah les Ha Amenazado. Al-lah no Quebrantará Su promesa.} [Corán 13:31]

 

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