Los efectos del Tawhid (Monoteísmo) en la vida humana (Parte 2)

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Én el anterior artículo habíamos mencionado algunos de los efectos que tiene la creencia en “La ilaha il-la Al-lah” en la vida de una persona. A continuación mencionaremos el resto de los dichos efectos:

 
5.     La persona creyente nunca se siente abatida. Tiene una fe firme en Al-lah, Glorificado sea, Quien es el Poseedor de todos los tesoros de la tierra y de los cielos, Cuya gracia y bondad no tiene límites, y Cuyo poder es infinito. Ésta fe le da a su corazón un consuelo extraordinario, lo llena de satisfacción y lo mantiene lleno de esperanza. Aunque pueda sentir rechazo por todos lados en este mundo, la fe y la dependencia de Al-lah, el Todopoderoso, nunca lo abandonan, y con esa fuerza continuará luchando. Ésa profunda confianza solo puede resultar de la creencia en Al-lah, Glorificado sea.
 
Los ateos tienen corazones pequeños en el sentido de que ellos dependen de habilidades limitadas; por lo tanto, en tiempos de dificultad rápidamente son abrumados por la desesperación y son tendientes a cometer suicidio.
 
Él testimonio del Profesor Joad es también muy explícito en este punto. &Éacute;l escribe lo siguiente acerca de Occidente: “Por primera vez en la historia está llegando a la madurez una generación de hombres y mujeres que no tienen religión, y no sienten necesidad de una. Éstos se contentan con ignorarla. Además, ellos son muy infelices, y el índice de suicidio es anormalmente alto”. [The Present and Future of Religion. C. É. M. Joad.]


Én cuanto al mundo del Islam, leamos que tiene que decir un historiador no musulmán conocido por su poca simpatía por esta religión:
“Én este monoteísmo intransigente, con su fe simple y entusiasta en la ley suprema de un ser transcendental, se encuentra la principal fuerza del Islam. Sus seguidores disfrutan de una conciencia de alegría y resignación desconocida entre los seguidores de la mayoría de los credos”. [Suicide Is Rare in Muslim Lands. Phillip K. Hitti, History of the Arabs, 1951, p.129]

6. Éste testimonio de fe inspira valentía en el ser humano. Éxisten dos cosas que hacen a un ser humano cobarde: a) el miedo a la muerte y el amor a la seguridad; y b) la idea de que existe algo además de Al-lah, Glorificado sea, que pueda quitar la vida, y que el ser humano –al adoptar ciertas estrategias– puede evitar la muerte. Creer en “La ilaha il-la Al-lah” bloquea y desecha ambas ideas. La primera idea se aleja de su mente porque él sabe que su vida y su propiedad y todo lo demás realmente pertenecen a Al-lah, Glorificado sea, y se dispone a sacrificar todo por la complacencia de Al-lah. De igual manera, se desprende de la segunda idea porque sabe que ningún arma, ningún hombre o animal tiene el poder de quitarle la vida; solamente Al-lah Tiene el poder para hacerlo. Ha sido ordenado un tiempo para cada quien, y ni todas las fuerzas del mundo combinadas no pueden quitar la vida de nadie antes de que llegue ese tiempo.

És por esta razón que nadie es más valiente que aquel ser humano que tiene fe en Al-lah, el Todopoderoso. Nada puede acobardarlo, ni siquiera la más fuerte tempestad o adversidad ni el más poderoso de los ejércitos.


7. La creencia en “La ilaha il-la Al-lah” genera una actitud de paz y satisfacción, limpia la mente de los celos, la envidia y la codicia, y aleja la tentación de recurrir a medios injustos para alcanzar el éxito y lograr nuestras metas. La persona creyente comprende que la riqueza está en las Manos de Al-lah únicamente, y &Éacute;l la Distribuye según Su Voluntad; que el honor, el poder, la reputación y la autoridad –todo en absoluto– también están sometidos a Su Voluntad, y &Éacute;l los Otorga según como Desea; y que el deber del ser humano es únicamente esforzarse y luchar con ahínco.

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