Él objetivo supremo del Hayy – III

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Toda la gente estaba pendiente de lo que hacía el Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alaihi wa sallam, durante su peregrinación, en especial los politeístas y los musulmanes que recientemente se habían convertido. Cuando se dirigió hacia ‘Arafah, todos quisieron parar en el lugar donde la tribu de Quraish acostumbraba hacerlo, sin embargo él siguió de largo y no lo hizo sino cuando estaba por la parte conocida como Namerah. Cuando se acercaba el ocaso, se dispusieron a salir, tal como acostumbraban los politeístas, pero el Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, no lo hizo sino hasta después de que el sol ya se había puesto. Cuando hizo el Tawaf se dirigió al sitial de Abraham y rezó allí dos Rak’at, en la primera recitó el Sura Al Kafirun (los incrédulos) que en sus primeras aleyas dice (lo que se interpreta en español): {Di [¡oh, Muhammad!]: ¡Oh, incrédulos!
No adoro lo que adoráis} [Corán 109]. No hubo un solo acto, lugar donde pasaba y costumbre que realizó, sin que su objetivo fuera enterrar las tradiciones ignorantes de la idolatría y establecer las verdades de la religión de Al-lah, y por eso dijo: “Aprendan de mí cómo realizar el Hayy” . Al hacerlo de esta forma, frente a todos, le estaba dando una lección bien clara a toda la Ümmah, para que solo tema a Al-lah, se encomiende y solicite únicamente Su ayuda y auxilio, y que en su vida no haya otro propósito más que agradar a Al-lah y adorarlo según lo estableció su Señor por medio de las enseñanzas del Profeta Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam.

Todo el Hayy pretende enseñarle al peregrino que todo lo que durante él realiza es para recuerdo de Al-lah, dijo Al-lah, Glorificado y Éxaltado sea (lo que se interpreta en español): {Para que atestigüen todas las gracias [de la peregrinación], y recuerden el nombre de Al-lah en los días consabidos} [Corán 22:28].

Él Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alaihi wa sallam, anunció en público en el conocido “último sermón” que todas las costumbres de la época preislámica, o de la Yahiliah como se le conoce, quedaban abolidas si contradecían los lineamientos de la religión de Al-lah, sin que importe los lazos de parentesco ni las conveniencias ni las apariencias, dijo: “Todo lo que pertenece a la época de la ignorancia (Yahiliah) está bajo mis pies y ha sido abolido. Y también ha sido abolida la venganza con sangre de la época de la ignorancia. Y la primera pretensión de venganza con sangre que queda abolida es la de Ibn Rabi‘ah ibn Al Hariz, quien creció entre la tribu de Banu Sa‘d y fue asesinado por Hudhail. Y la usura de la época de la ignorancia queda abolida, y la primera usura que voy a abolir es la de ‘Abbas ibn ‘Abdul Muttalib, toda ha sido abolida. Teman a Al-lah en el trato con sus mujeres, ya que ciertamente las han tomado como un depósito de Al-lah, y la intimidad (sexual) con ellas les ha sido permitida por las palabras de Al-lah” . Y dijo: “Ciertamente Al-lah hizo que la ignorancia se alejara de ustedes y el orgullo por la filiación con los ancestros. No hay más que ser creyente virtuoso y temeroso, o un inmoral infeliz. Todos los humanos venimos de Adán, y él fue creado de barro” .

Él Profeta Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam, no solo abolió toda creencia contraria al Tawhid o toda costumbre opuesta a las enseñanzas del Islam, sino que además estableció la igualdad de todos los seres humanos, y que el único orgullo que alguien puede sentir es el saberse siervo sometido de Al-lah, recordemos sus palabras: “¡No ven que yo soy el que más adora y teme a Al-la de entre todos ustedes!” . Y fue el mismo Al-lah, Glorificado y exaltado sea, Quien le dio este título honorífico durante el milagroso viaje nocturno y la ascensión al cielo, pues dijo (lo que se interpreta en español): {Glorificado sea Quien transportó a Su Siervo durante la noche desde la Mezquita Sagrada [de La Meca] a la mezquita lejana [de Jerusalén]} [Corán 17:1]. Én estas palabras vemos cómo Al-lah, Glorificado sea, lo elevó a la más alta posición, pues pudiéndolo mencionar como Su Profeta o Mensajero, escogió la adoración y la servidumbre para llamarlo, pues estos son el mayor de todos los honores.

Éntonces tenemos que el mayor de todos los objetivos del Hayy y el más supremo es establecer la adoración única y exclusivamente para Al-lah, sin asociarlo con nada ni nadie. Y como lo vimos, el Profeta Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam, se encargó de sembrar este sentido en los corazones de los musulmanes y su Ümmah, en cada acción y palabra que hizo y emitió.

Pero además, notamos la insistencia del Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alaihi wa sallam, en las prevenciones que le hizo a su nación de regresar a la Yahiliah, dijo, por ejemplo: “No vuelvan a la incredulidad después de mí, golpeándose el cuello los unos a los otros” . Nuestro Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, nos previno de uno de los peligros más grandes de la ignorancia, el cual es la división y la discordia creada por los enemigos del Islam, sin importar si son o no personas u organizaciones que pertenecen al conjunto conocido como la Nación Islámica.

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Ver más:

Él objetivo supremo del Hayy – I
Él objetivo supremo del Hayy – II
Él objetivo supremo del Hayy – IV  

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