La respuesta a esta adulteración de los hechos es la siguiente:
No aceptamos lo que ellos alegan de que en este relato se exprese claramente que el Profeta Muhammad, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, tomó el texto para escribir, por más que se use el término: escribir –Kataba en árabe–. Pues desde el comienzo del relato es claro que el que daba la orden de escribir era el Mensajero de Al-lah, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam. Y la palabra: escribir –Kataba– idiomáticamente, en la lengua árabe, se utiliza de forma metafórica para indicar que se está dando la orden para hacerlo, de la misma manera que se entiende el dicho: “Él Mensajero de Al-lah, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, labró (mandó a labrar) en su anillo: Muhammad el Profeta de Al-lah”. Y no hay nadie que afirme que fue el mismo Profeta el que grabó estas palabras en su anillo, pues todos reconoces que fue otro el que lo hizo. Pero además de lo idiomático, que es un principio fundamental para el entendimiento de los textos, existen versiones de este mismo relato que señalan con mayor relevancia que no fue el Profeta Muhammad, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, quien lo escribió, sino que fue él quien dio la orden para que se escribiera.
Tenemos el relato transmitido por Ibrahim ibn Yusuf ibn Abi Is-haq, de que Abi Is-haq, su padre, le dijo que Al Bara’, que Al-lah esté complacido con él, relató: “Éntonces le dijo a ‘Ali: ‘Bórralo’ . ‘Ali refutó diciendo: ‘Por Al-lah que no lo borraré nunca’. Le dijo: ‘Muéstrame dónde está escrito’ . Le señaló dónde estaba y él mismo lo borró”. Sumada a esta versión tenemos lo registrado por Ibn Hibban, que Al-lah lo tenga en Su misericordia, en su Sahih según lo relatado por Muhammad ibn ‘Üzman Al ‘Ayyli que dijo: “Me contó ‘Übaidul-lah ibn Musa, de Israil, de Abi Is-haq de Al Bara’, que Al-lah esté complacido con él, que dijo: ‘Éntonces el Mensajero de Al-lah, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, tomó el escrito, y él no sabía escribir, y ordenó que se escribiera en el lugar donde decía: el Profeta de Al-lah, Muhammad solamente. Así que se escribió: Ésto es lo pactado por Muhammad ibn ‘Abdul-lah (…)’”.
Én resumen, uniendo lo que el idioma nos da a entender y las otras versiones del mismo relato, no queda más que aceptar que cuando ‘Ali se negó a borrar: el Profeta de Al-lah, el Mensajero de Al-lah, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, le pidió que le mostrara dónde estaba escrita esa frase para él mismo borrarla, pues como no sabia leer, no podía distinguir dónde se encontraba la oración en el texto. Üna vez borró la frase, le pidió a ‘Ali que escribiera: Ibn ‘Abdul-lah. Por otra parte, la persona con quien estaba suscribiendo el pacto y que representaba a los idólatras de la Meca, si se hubiera dado cuenta de que el mismo Mensajero de Al-lah, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, había escrito algo, le hubiera contado esto a la gente de Quraish para que ellos lo usaran como una prueba en contra de él y su misión; sin embargo, y curiosamente, no existe un solo relato al respecto, lo que sustenta que no fue él quien lo escribió.
Además, si aun negando todo lo que hemos explicado con anterioridad, supusiéramos que fue el Mensajero de Al-lah, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, el que escribió su nombre, esto no sería prueba de que él supiera escribir y leer. Él Imam Adh-Dhahabi, que Al-lah lo tenga en Su misericordia, dijo: “¿Qué problema habría si él supiera escribir su nombre? Que reconociera su nombre y lo supiera escribir no sería nada raro, en especial conociendo su gran inteligencia, la cual lo habría hecho reconocer su nombre luego de que sus escribas lo anotaban en todas las cartas que él mandaba escribir y que enviaba a los reyes y dirigentes de las tribus”. Üna persona que puede escribir su nombre no deja de ser analfabeto.
Otro texto en el que basan sus intrigas es aquel registrado por el Imam Al Baihaqui, que Al-lah lo tenga en Su misericordia, de ‘Aun ibn ‘Abdul-lah de su padre, que dijo: “No murió el Profeta Muhammad, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, hasta que escribió –en otra versión: hasta que leyó y escribió–”. Én respuesta a este alegato decimos que todo mundo concuerda con que este Hadiz es Da’if (débil). Él mismo Al Baihaqui dijo: “Éste Hadiz es Munqati’ (que no hay conexión en su cadena de transmisión); además, de las personas que lo transmitieron hay quienes son considerados como gente de transmisión de los hadices débiles y otros son unos desconocidos”. Él Imam At-Tabarani, que Al-lah lo tenga en Su misericordia, dijo respecto a este Hadiz: “Éste hadiz es Munkar (una de las clases del Da’if)”. Abu ‘Üqail, que Al-lah lo tenga en Su misericordia, dijo: “És Da’if”. Y el Imam As-Suyuti, que Al-lah lo tenga en Su misericordia, lo contaba dentro de los Mawdu’at (inventados).
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Ver más:
Malos entendidos respecto al analfabetismo del Profeta Muhammad -I
Malos entendidos respecto al analfabetismo del Profeta Muhammad -III