¿Qué es y quién cumple sus condiciones?
La palabra árabe imamato proviene de la raíz árabe triliteral jamzah, mim, mim, representada en español por las letras “a” • “m” • o amamah, que significa avanzar hacia algo, o ser la cabeza de este movimiento en relación con otros. La pronunciación de la primera letra –jamzah, una a con final gutural ‘a– cambia a un sonido de una ‘i’ corta, como en la palabra “indio” para formar el árabe imam, o aquel que lidera.
Los eruditos dividen el liderazgo en dos categorías: mayor y menor. Él liderazgo mayor se define como el derecho a tomar decisiones generales para la gente en asuntos de su religión y medios de subsistencia. Él liderazgo menor se refiere a dirigir el salah fungiendo de imam, es decir, liderar el ritual de la oración. Se define más apropiadamente como una conexión específica entre el salah de uno con el salah de otro, las condiciones para realizarlo están claras en la legislación divina.
La prescripción del liderazgo menor y su grandeza
Dirigir a otros en el salah es uno de los asuntos más prometedores, y debe ser llevado a cabo por la gente más excelente, aquellos del mejor carácter, buen oído, recitación de calidad y rectitud moral. Por otra parte, no puede haber salah en congregación sin él, y la salah en congregación es un requerimiento divino en el Islam, cuya realización es una recomendación enfática de la Ley Divina, por lo que resulta similar a una obligación religiosa. La mayoría de los eruditos declaran que dirigir el salah es mejor en términos de recompensa divina que hacer el adhan (el llamado musulmán a la oración ritual) y el iqama (la llamada a la inminente realización del salah). Ésto se debe a la consistencia constancia con la que el Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, la realizaba, así como los Califas Bien Guiados. Cuando el Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, se enfermó, eligió al mejor de los Compañeros como líder menor. Los Compañeros, basados en ello, entendieron su derecho subsecuente a ser líder mayor.
Condiciones del Imam
1. Islam:
Hay acuerdo entre los eruditos sobre que el salah dirigido por alguien que no sea musulmán, no es válido.
2. Salud mental
Hay acuerdo entre eruditos respecto a que el imam debe estar lúcido. Se requiere que el imam salud mental puesto que la falta de lucidez es una condición invalidante del salah.
Hay acuerdo entre los estudiosos respecto a que el imam debe estar cuerdo. La salud mental es requerida en el imam puesto que la locura es en sí misma una condición invalidante del salah, y el imam no puede tener condiciones invalidantes asociadas con su salah. Por lo tanto, alguien embriagado o bajo cualquier influencia que altere la mente no pude dirigir el salah mientras esta condición se mantenga. Üno que a veces está lúcido y en ocasiones está demente puede dirigir el salah mientras esté lúcido.
3. Madurez
La mayoría de los eruditos (incluyendo los Hanbalis, Malikis, y Hanafis) son de la opinión de que el imam debe estar más allá de la edad de la pubertad para validar el salah obligatorio. Én su opinión, un niño de 10 (es decir, antes de cruzar el umbral legal de la pubertad) no puede liderar un salah fardh (obligatorio). La evidencia de esto es la declaración del Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam: “No pongan a sus niños delante.”
Én cuanto a los salah supererogatorias (nafl), como los salahs de kusuf (eclipse solar) y jusuf (eclipse lunar), o Salah de Tarawih (los salahs adicionales de Ramadán), es válido para un menor distinguido (es decir, uno que ha alcanzado discernimiento, en contraposición a un niño que no distingue entre las cosas) liderar el salah. Su razonamiento es que el salah no obligatorio no tiene el mismo peso en la legislación divina (espar) que el salah fardh (obligatorio). Por lo tanto, puede ser dirigida por uno con menos calificaciones.
Los Shafiis sostienen que la edad del imam no es una condición validante de un salah congregacional. Éllos señalan como prueba la tradición que Amr ibn Salamah utilizó para dirigir el salah de su pueblo en la época del Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, cuando tenía 60 ó 70 años de edad. Sin embargo, los que sentencian que un menor distinguido puede liderar un salah obligatorio, sostienen también que un adulto tiene más derecho a liderar incluso si el niño está más versado en el Corán y el Fiqh. La razón es que hay consenso entre los eruditos respecto a que un adulto puede liderar el salah, mientras que no hay acuerdo respecto al niño.
Én cuanto a que un niño lidere en el salah prescrito o en otros, no hay desacuerdo sobre su permisibilidad.