Él ser humano siempre busca lo que lo beneficia y lo protege del daño. Sin embargo, para lograr esto, el hombre debe darse cuenta de qué es dañino. Luego, debe saber a quién necesita, en quién debe confiar y a quién debe amar, para encontrar lo que le es beneficioso y sentirse bien con su elección.
También, debe conocer el enfoque apropiado y bueno que lo llevará a dicho objetivo. Ésta última condición requiere que la persona:
1. Sepa sobre el daño.
2. Conozca qué debe hacer para alejar el daño.
Sin duda, el ser humano no puede tener una guía mejor que la que proviene de Aquel que lo ha perfeccionado todo, Aquel que no tiene deficiencia en Sí mismo ni en Sus atributos. Aquel que es Éterno, Infinito. No puede haber nadie mejor que Aquel que no necesita de nada ni de nadie, Aquel que es rico, el Dador, Aquel que, después de todo, controla el alma humana. Él ser humano es muy pobre ante &Éacute;l. &Éacute;l es Al-lah, el único Dios verdadero. Él ser humano puede hacerse daño a sí mismo si busca ayuda en otro distinto de Al-lah. Al-lah es Aquel que puede ayudar al ser humano a alejar cualquier daño o peligro, pues nada no puede ocurrir sin Su voluntad y Su poder.
Al-lah Todopoderoso hizo descender Sus libros y eligió a Sus mensajeros para guiar a la humanidad a que:
1. Conozca a su Señor, ya que &Éacute;l, Todopoderoso, ha explicado acerca de Sí mismo.
2. Lo busque solo a &Éacute;l mientras vive de acuerdo con Su plan.
Conocer los nombres y atributos de Al-lah libera al ser humano de la adoración de cualquier forma de creación, puesto que la creación es débil y necesita del Creador, Al-lah. Él conocimiento acerca de Al-lah lleva al hombre a conocer que ha sido creado para vivir de acuerdo con la forma que Al-lah les reveló a Sus mensajeros, la paz de Al-lah sea con ellos, el último de los cuales fue el Mensajero Muhammad, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él.
Ésta Revelación contiene un código completo de vida. Todo lo que es beneficioso o perjudicial está establecido, de modo que el ser humano pueda centrar su vida alrededor de esta Revelación. Si el hombre comete un error y sabe que Al-lah es indulgente, se volverá a &Éacute;l y solo a &Éacute;l, buscando Su perdón. Al-lah dice: {Debes saber que no hay nada ni nadie con derecho a ser adorado salvo Dios, e implórale el perdón de tus faltas y las de los creyentes y las creyentes} [Corán 47:19].
És incorrecto pensar o creer que Al-lah creó a otras “deidades” junto con &Éacute;l, de modo que el hombre pueda recurrir a ellas en busca de ayuda, amarlas o temerles, etc. &Éacute;l es el único Dios de todas las naciones. &Éacute;l jamás les ordenó a los humanos que hiciera de las estrellas, el sol, el fuego, ‘Isa (Jesús), Musa (Moisés), Muhammad, etc., deidades además de &Éacute;l. Al-lah, el Más Éxaltado, no puede ser contradictorio. &Éacute;l tiene una vía (religión) que llama a los humanos a rendir su voluntad únicamente ante &Éacute;l.
Al-lah advirtió que, si un ser humano −incluso Muhammad, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él− Le atribuye un socio o copartícipe, sus obras fracasarán y estará entre los perdedores. Al-lah dice: {Se te ha revelado [¡oh, Muhammad!], y también a los [Profetas] que te precedieron, que si dedicas actos de adoración a otro que Dios, tus obras se perderán y te contarás entre los perdedores. Adora solo a Dios y sé de los agradecidos} [Corán 39:65-66].
Debemos saber que Muhammad , la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, el Profeta, quien mejor conocía a Al-lah, solía decir: “¡Oh, Al-lah! Busco refugio en Tu complacencia y contra Tu ira, y en Tu perdón y contra Tu castigo, y en Ti de Ti; y no puedo alabarte como puedes alabarte a Ti mismo” (Muslim, Abu Dawud, At-Tirmidhi, Ibn Mayah).
&Éacute;l, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, también solía decir: “Me he entregado a Ti, he dirigido mi rostro hacia Ti, Te he confiado mis asuntos, he obligado a mi espalda a refugiarse en Ti ante la necesidad y por temor a Ti, no existe recurso ni supervivencia de Ti excepto (en acudir) a Ti. Tengo fe en Tu Libro (es decir, el Corán) que descendiste, y en el Profeta (Muhammad) que enviaste” (Al Bujari y Muslim).
Cuando leemos en el Corán: {Nada ni nadie puede impedir que una misericordia de Dios alcance a la gente; pero si &Éacute;l la retuviese, no hay nada ni nadie que pudiera hacer que les llegara. &Éacute;l es el Poderoso, el Sabio} [Corán 35:2].
Y cuando leemos: {Si Dios te azota con una desgracia, nadie excepto &Éacute;l podrá librarte de ella. Y si te concede un bien, nadie podrá impedir que te alcance. Dios concede Su gracia a quien quiere de Sus siervos. &Éacute;l es el Absolvedor, el Misericordioso} [Corán 10:107].
Deberíamos estar motivados a regresar solo a &Éacute;l en tiempos de tranquilidad y en tiempos difíciles. Y cuando leemos: {Si Dios los auxilia nadie podrá vencerlos. Pero si los abandona, ¿quién podrá auxiliarlos contra Su voluntad? Que a Dios se encomienden los creyentes} [Corán 3:160].
Él Corán, por lo tanto, conduce al ser humano a la liberación verdadera de todo apego falso, le brinda paz al corazón, ayuda al creyente contra la hipocresía y contra toda forma de deshonestidad.
Imaginemos, por ejemplo, a un creyente que está enfrentando un problema en el trabajo, ve los errores y se enfrenta a prácticas ilegales; no teme rechazar lo que está mal, sabe que el trabajo es solo un medio para ganarse la vida. Si bien es posible que no pueda corregir lo que está mal, sabe bien que Al-lah es Aquel que provee. Si deja el trabajo por la causa de Al-lah, Al-lah le dará uno mejor. Al-lah Todopoderoso dice: {Sepan que a quien tenga temor de Dios, &Éacute;l le dará una solución, y le dará sustento de donde no lo esperaba. Quien deposite su confianza en Dios, sepa que &Éacute;l le será suficiente. Dios hará que el designio se cumpla, y ha establecido para cada cosa un término y una medida} [Corán 65:2-3].
Los textos anteriores requieren que el hombre dependa solo de Al‑lah Todopoderoso, pidiéndole ayuda solo a &Éacute;l. También exige que el ser humano ame a Al-lah y Lo adore solo a &Éacute;l para obtener Su complacencia y Su ayuda. ¿Acaso no es cierto que la gente que considera esta vida como el “objetivo final” termina adorando muchas cosas en ella? Los vemos siempre preocupados de “tenerlo todo”. Se torturan a sí mismos: dolor, dificultad, preocupación constante, mantener sus manos en los bancos buscando préstamo tras préstamo para mantenerse al día con las “demandas del desarrollo”, están bajo la amenaza continua del desahucio, continuamente ven la pobreza frente a sus ojos.
Él Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: “Al‑lah dice: ‘Hijo de Adán: Llena tu tiempo adorándome y Yo llenaré tu corazón de riqueza y le pondré fin a tu pobreza. Pero si no lo haces, haré que tus manos estén siempre ocupadas (en asuntos mundanos) y no pondré fin a tu pobreza’” (At-Tirmidi).
Nuestro propósito de existencia en la Tierra es más significativo que ser esclavos de las ganancias mundanas. No puede haber una vida significativa mejor que la prescrita por nuestro Creador, Al-lah. Todo acto realizado de acuerdo con el camino de Al-lah es un acto de adoración. Él ser humano es el beneficiario y Al-lah no tiene necesidad alguna. Al-lah dice: {¡Oh, gente! Üstedes son los que necesitan de Dios, mientras que Dios es el que tiene domino absoluto y es digno de toda alabanza} [Corán 35:15].