Profecía: La percepción de la realidad (parte 3 de 3)

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Por lo tanto, el mayor objetivo ante nosotros debe ser dar la máxima prioridad a la da'wa hacia la profecía de Muhammad, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él. Pero esto no significa que comencemos a decirles a las personas que son infieles o transgresores si no creen que Muhammad sea un verdadero Profeta de Al-lah.

Con esto queremos decir:

Émplear todos los medios posibles −especialmente los medios de comunicación modernos− para contarle al mundo la belleza inigualable de la personalidad del Profeta, los rasgos agradables de su persona, su misericordia, compasión, amor y profundo afecto hacia la creación de Al-lah, que lo convierten en el mejor ejemplo para la humanidad. Debemos hacerlo repetidamente, especialmente ante aquellos que son sus enemigos acérrimos, y en su propia lengua. És un hecho innegable que los compañeros del Profeta, que Al-lah esté complacido con ellos, lo amaban por su corazón tierno y cariñoso, y sus antiguos enemigos se convirtieron en fieles y humildes seguidores debido a su excelente moral y comportamiento.

Todos los musulmanes −especialmente los que se esfuerzan por la difusión de la misión profética en todo el mundo− deberían adoptar y seguir su modelo de personalidad. Los libros, los discursos y los vídeos no son suficientes para presentar la vida del Profeta, sino que nuestras propias vidas deberían reflejar sus valores ejemplares. Nuestros hogares, lugares públicos y mezquitas deben convertirse en fuentes de difusión de la resplandeciente vida y el mensaje del Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él. Nuestras mezquitas deben recibir a los opositores de la misma manera que el Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, recibió a las delegaciones de Nayran y Zaquif. Ésto solo es posible cuando nuestras vidas comienzan a reflejar la vida del Profeta, como ha dicho el poeta Iqbal: “Cada corazón está en armonía con su convocatoria y en cada pecho hay un trozo de su corazón”.

Deberíamos adoptar una manera de presentar la vida y el mensaje del Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, evitando entrar en largos debates, tratando de rebatir y aclarar con éxito las acusaciones planteadas en su contra.

La verdadera tarea que tenemos por delante es esforzarnos por la supremacía del Islam y convertir en acción las enseñanzas y el mensaje que trajo el Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él. Él Imam Muslim, que Al-lah lo tenga en Su misericordia, registró bajo la autoridad de Abu Huraira, que Al-lah esté complacido con él, que el Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: “Juro por Aquel en cuyas manos está la vida de Muhammad, que cualquier judío o cristiano de esta Ümma, que haya escuchado hablar de mí y muera sin haber creído en lo que he traído, irá al Infierno”.

Según el Imam Nawawi, que Al-lah lo tenga en Su misericordia, la Ümma significa aquí la “Ümma de la da'wa” (la gente a la que se dirige la da'wa), es decir, toda la gente de esta tierra desde el comienzo de la profecía de Muhammad, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, hasta el Día de la Rendición de Cuentas. Él Imán Ghazali, que Al-lah lo tenga en Su misericordia, ha hecho una observación significativa: ¿Qué significa “escuchar”? ¿Significa simplemente escuchar sobre el Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, a través de los oídos? Según el Imam Ghazali, “oír” significa, escuchar sobre el Profeta, su vida y su misión lo suficiente para convencer el corazón y la mente.

Hoy en día, la gran mayoría de los que no creen ni siquiera han escuchado el nombre de Muhammad; y los que lo han hecho, lo han escuchado solo de forma superficial. De hecho, las personas a las que se les ha transmitido correctamente el mensaje del Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, son muy pocas. ¿Acaso no somos responsables de los miles de millones de personas que no tienen conocimiento y, en consecuencia, no creen en la condición de Profeta de Muhammad y en que es el sello de todos los profetas?

Él Profeta Muhammad, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, había enviado emisarios a diferentes ciudades durante su vida para divulgar el mensaje del Islam. Hoy en día, hay emisarios en todos los rincones del mundo −más de mil millones de musulmanes− que llevan su mensaje. Los musulmanes que se dan cuenta de su responsabilidad deben encararla con sinceridad y devoción, para trabajar por acercar a la gente al Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, y a su misión. Hay que dedicar la misma cantidad de tiempo y recursos a difundir las enseñanzas del Islam y a destacar la personalidad, la vida, el carácter y la elevada moral del Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él.

Aquellos que se acercan a la fuente de iluminación encontrarán automáticamente que sus mentes y corazones se abren a la calidez y la luz. Cuanto más crea la gente en la condición de Profeta de Muhammad, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, más fuerte será su devoción a su vida y misión, y mayores serán las posibilidades de que el mensaje profético salga victorioso en el choque de civilizaciones.

Como musulmanes, esta es una deuda que tenemos con el mundo, y cada uno de nosotros debe presentarse a pagar su parte de la deuda. 

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