Abu Dhar por algún motivo se enojó con el esclavo liberado por Abu Bakr, Bilal de Abisinia, que Al-lah esté complacido con los tres. Ellos eran compañeros del Profeta. El altercado se prolongó y Abu Dhar, que Al-lah esté complacido con él, en su furia llamó a Bilal, que Al-lah esté complacido con él, “hijo de una madre negra”. Bilal se quejó al Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, quien se dirigió a Abu Dhar diciendo: “¿Lo has llamado con un nombre que injuria a su madre? Parece que aún conservas características de la yahilia (el período de ignorancia anterior al Islam)”.
Abu Dhar, que Al-lah esté complacido con él, no entendió la palabra yahilia y la interpretó como una especie de inmoralidad sexual, y dócilmente preguntó sorprendido: “¿A esta edad madura, oh, Mensajero de Al-lah?”. El Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, le respondió: “Sí, eres su hermano”. Abu Dhar, que Al-lah esté complacido con él, se avergonzó y se arrepintió, y −por su extremo arrepentimiento y humildad− le pidió a Bilal, que Al-lah esté complacido con él, que le pisara la cara.
Segundo ejemplo:
Cuando una mujer integrante de la tribu de Banu Majzum llamada Fátima fue encontrada culpable de robo, fue llevada ante el Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, para ser juzgada de acuerdo a la Shari’a. La tribu de Quraish trató de interceder para que no se la castigara y, después de deliberar, decidieron enviar a Usama Ibn Zaid, que Al-lah esté complacido con ambos, para que intercediera, ya que era uno de los más amados por el Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él. Cuando habló con el Profeta, él se enojó mucho y le dijo a Usama, que Al-lah esté complacido con él: “¿Intentas interceder para evitar uno de los asuntos de los límites prescritos por Al-lah?”. Luego el Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, reunió a la gente y les dijo: “Los pueblos que los precedieron se perdieron por haber favorecido a la élite y perjudicado a los débiles al impartir justicia por delitos como el robo. Se perdonaba a la élite, mientras que se castigaba a los más débiles de la sociedad. ¡Juro por Al-lah! Si Fátima, la hija de Muhammad, hubiera robado, le cortaría la mano”.
Tercer ejemplo:
El hipócrita Qais Ibn Mutatia llegó a una reunión en la que estaban presentes Salman Al Farisi (el persa), Suhaib Ar-Rumi (el romano) y Bilal Al Habashi (el etíope). Al verlos comentó burlonamente: “Aus y Jazrash (dos tribus de Medina) han prestado algún servicio a esta persona (el Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) pero no entiendo qué han hecho estas otras (refiriéndose a Bilal, Suhaib y Salman para merecer este honor)”. Muadh Ibn Yabal estaba en esa reunión y lo agarró por el cuello, lo arrastró hasta el Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, y le contó lo que el hipócrita había dicho. El Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, se enojó, fue a la mezquita y dijo: “¡Oh, gente! Recuerden siempre que su Señor y Sustentador es Uno, y su destacado ancestro es uno, y su fe también es una y la misma”.
Cuarto ejemplo:
'Adi Bin Hatim, que Al-lah esté complacido con él, fue a Medina antes de abrazar el Islam y encontró a los compañeros sentados alrededor del Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él. 'Adi sintió admiración por el gran respeto que le demostraban. Mientras tanto, una humilde mujer se acercó al Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, y pidió hablarle en privado. El Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, se levantó y a cierta distancia de la reunión habló con ella, y luego regresó. 'Adi se sintió muy conmovido por este inconcebible concepto de filantropía y, finalmente, abrazó el Islam.
Quinto ejemplo:
Cuando el Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, conquistó La Meca, aquellos que lo habían expulsado y combatido se presentaron derrotados ante él. También en esta situación los invitó al Islam. Estando en la puerta de la Ka'ba dijo: “¡Oh, gente de Quraish! Al-lah ha puesto fin, en este día, a su orgullo que sentían en la yahilia (ignorancia) y también al orgullo debido a sus ancestros. ¡Tengan en cuenta que todos los humanos descienden de Adán, y Adán fue creado de arcilla”. Luego recitó el versículo coránico: {Oh, seres humanos! Los he creado a partir de un hombre y de una mujer, y los congregué en pueblos y tribus para que se reconozcan los unos a los otros. El mejor de ustedes ante Al-lah es el de más piedad. Al-lah todo lo sabe y está bien informado de lo que hacen} [Corán 49:13].
Sexto ejemplo:
Omar, que Al-lah esté complacido con él, fue un piadoso califa. Tenía mucha consideración con los débiles y era muy estricto en su postura respecto a la verdad. Solía privarse de la comida para alimentar a otros, y se sacrificaba para poder ayudar a los demás. Solía ir de puerta en puerta preguntando a la gente sobre sus condiciones de vida, etc.