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As-Safa y Al Marwah son las dos colinas conocidas que se encuentran dentro del Haram Ash-Sharif (la mezquita sagrada en la Meca). As-Safa era una prolongación de la montaña Abu Qabis y Al Marwah de la montaña Qa’iqa’an, pero fueron separadas cuando se introdujeron dentro de la mezquita sagrada.
La distancia que las separa es aproximadamente de unos 400 metros, a 55 metros de cada una hay unas luces verdes, que indican la parte del recorrido de Agar, la paz sea con ella, en la que corría, mientras buscaba agua para su hijo Ismael, la paz sea con él.
El recorrido entre As-Safa y Al Marwah es uno de los pilares fundamentales del Hayy, es decir que quien no lo hace pues su peregrinación no es válida, Dice Al-lah, Altísimo en el Corán (lo que se interpreta así en español): {[El recorrido entre las dos colinas de] As-Safa y Al Marwah es un rito establecido por Al-lah, así pues, quien haga la peregrinación mayor [Hayy] a La Casa [La Meca] o la ‘Umrah [peregrinación menor] sepa que no incurre en falta por realizar el recorrido ritual entre ambas [a pesar de que los paganos lo realizaban invocando a sus ídolos]. Y quien realice una obra de bien voluntariamente sepa que Al-lah es Retribuyente, Omnisciente} [Corán, 2: 158]. El Profeta Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam, hizo este recorrido 7 veces, como lo encontramos en el relato de Yabir, que Al-lah esté complacido con él, transmitido por Muslim.
La historia del Sa’i (recorrido entre As-Safa y Al Marwah) se remonta a la época del Profeta Ibrahim (Abraham), la paz sea con él, quien cumpliendo la orden de Al-lah, dejó a su familia (su hijo Ismael y su esposa Agar, la paz sea con ellos) en ese valle árido, con apenas unas cuantas provisiones. Cuando el agua se acabó, Isma’il, bebé aún, comenzó a llorar, lo que motivó a su madre a subir a la colina de As-Safa para ver si encontraba algo o a alguien que les pudiera ayudar, al no ver nada se dirigió a Al Marwa, este recorrido lo hizo 7 veces. Al no encontrar nada se disponía regresar donde el bebé, y la sorpresa que se llevo al ver que en el lugar que el niño tenía su pie manaba un manantial, el famoso pozo de ZamZam. Así que este valle muerto tuvo vida y permitió que la gente habitara estas tierras, así se fundó la ciudad de la Meca.
De esta manera Al-lah, El Altísimo, le Respondió a Su Profeta Ibrahim, la paz sea con él, su plegaria: {¡Oh, Señor nuestro! Por cierto que yo he establecido parte de mi descendencia en un valle árido de poca vegetación [La Meca] junto a Tu Casa Sagrada para que ¡Oh, Señor nuestro! practiquen la oración. Infunde en los corazones de los hombres amor por ellos, y susténtalos con frutos para que sean agradecidos} [Corán, 14: 37]
