Pensar bien de Al-lah Todopoderoso es un grandioso acto de adoración que debe llevar el creyente siempre en su corazón. El creyente debe mantener buenas expectativas de Al-lah Todopoderoso para recibir Su guía y providencia, para que su descendencia sea piadosa, para que sus plegarias sean respondidas y sus pecados perdonados. Ibn Mas’ud, que Al-lah esté complacido con él, dijo: “Por Al-lah, no hay mayor bendición que tener buenas expectativas de Al-lah. Por Al-lah, todo aquel que piense bien de Al-lah recibirá lo que desea, pues todo bien está en sus manos” (Ibn Abi Dunia).
Qué maravilloso es pensar bien de Al-lah y tener seguridad de que nuestros sufrimientos serán apaciguados, que nuestras dificultades serán apartadas y que a nuestro padecer le sucederá la comodidad, que nuestras lágrimas serán remplazadas por sonrisas, que nuestra enfermedad será remplazada por la salud y que esta vida mundana será seguida por un Paraíso tan vasto como los cielos y la tierra, preparado especialmente para los virtuosos.
Un poeta árabe dijo: “Diles a los que tienen corazones llenos de pesimismo que circulan a nuestro alrededor predicando la estrechez del horizonte: La felicidad secreta es tener buenas expectativas del Uno, el que creó la vida y distribuyó Su gracia ente Sus criaturas”.
El Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo en un hadiz qudsi: “Al-lah Todopoderoso dice: ‘Yo soy como Mi siervo espera que sea’. Cuando una persona tiene buenas expectativas de Al-lah Todopoderoso, Él hace llover sobre Su siervo Sus abundantes bendiciones y generosas bondades. Cuando la persona cree firmemente que Al-lah Todopoderoso le desea el bien, Al-lah Todopoderoso lo bendecirá de un modo que ni siquiera puede imaginar. Al-lah Todopoderoso trata a Sus siervos del modo que ellos esperan que Él los trate y les concede lo que ellos esperan de Él.
Cuando le ruegues a Al-lah Todopoderoso debes esperar lo mejor y que Él aceptará tus ruegos. Cuando des caridad por Su causa debes tener buenas expectativas de que Él te recompensará por ello. Cuando cedas algo por Su causa debes tener buenas expectativas de que Él te lo compensará con algo que es mucho mejor que lo que has perdido por Él. Cuando pidas perdón debes tener buenas expectativas de que tus pecados serán reemplazados por buenas obras.
Un poeta árabe dijo: “Si la angustia aumenta, la puerta de Al-lah está abierta de par en par. El que retorne hacia Al-lah nunca perderá. Cuando te agobien las angustias, di: ‘¡Señor misericordioso!’, que Él aliviará tus penas y te bendecirá con recompensas. Mantén siempre buenas expectativas del Misericordioso y Su gracia te sorprenderá”.
Al Ma’mún le dijo a Muhammad Ibn ‘Abbád: “Me dicen que recibes con hospitalidad a todos los que visitan Basora’, y él respondió: ‘Mezquinar la hospitalidad implica tener malas expectativas de Al-lah’; y en otra versión responde: ‘Quien tiene un Señor rico (Al-lah) nunca será pobre’”.
Momentos en que es más importante tener buenas expectativas de Al-lah:
Primero: Durante tiempos de crisis, aflicciones, sacrificios, sediciones fuertes, mala fortuna, insolvencia, pobreza, etc.
El Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: “Quien sufre algún padecimiento y lo deja en manos de Al-lah, Al-lah le dará de Su provisión tarde o temprano” (Abu Dawud, At-Tirmidhi y Al Hákim).
El Corán nos menciona el estado de los profetas cuando les sobrevenían las adversidades: tenían buenas expectativas respecto a su Señor con confianza en su promesa. Sus acciones se basaban en una convicción firme más que en ideas pasajeras. Un ejemplo es la respuesta de Moisés cuando su gente le dijo: {… “¡[Pronto] seremos alcanzados!”. Dijo [Moisés]: “¡No, [no nos alcanzarán]! Pues mi Señor está conmigo, y Él me guiará [para saber cómo salvarnos]”. Le inspiré a Moisés: “Golpea el mar con tu vara”, y el mar se dividió en dos. Cada lado [del mar] se asemejaba a una enorme montaña” [Corán 26:61-63].
Otro ejemplo es lo que Muhammad, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, le dijo a Abu Baker, Que Al-lah esté complacido con él, cuando los idólatras que los perseguían se pararon frente a la cueva donde estaban ambos escondidos: {“No te entristezcas, pues Dios está con nosotros”} [Corán 9:40]. El Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, le dijo a su compañero: “¿Qué opinas de dos personas cuyo tercero es Al-lah?”.
Un poeta árabe dijo: “Espera, que tu Señor pronto actuará con lo que pediste y te dará auxilio”.
Y no desesperes cuando te azoten los problemas ya que el futuro es desconocido y pueden estarte aguardando maravillosas sorpresas.
Segundo: Cuando ruegas a Al-lah
Cuando una persona ruega a Al-lah con devoción, no importa cuán difíciles sean los problemas que enfrenta, estos nunca lo doblegan y se le muestra siempre cómo salir de ellos. Se le facilitan sus asuntos y sus esfuerzos son bendecidos por el éxito. El Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: “Con certeza que nadie que ruegue a Al-lah será destruido” (Al Hákim en Al Mustadrak). Otro hadiz dice: “Invoca a Al-lah con la certeza de ser correspondido” (At-Tirmidhi).
Omar, que Al-lah esté complacido con él, dijo: “No me preocupo de que mis plegarias sean respondidas, sino que me preocupo de que yo haga mis plegarias. Si se me inspira para pronunciar mis plegarias, la respuesta a ellas vendrá”.
Tercero: En tiempos de arrepentimiento
Un musulmán debe tener confianza en la infinita misericordia de Al-lah y que Él perdona los pecados de Sus siervos.
Al Fudail fue ante Sufián Az-Zawri, que Al-lah esté complacido con él, en el día de Árafah y le dijo: “¿Quién entre la gente está en la peor condición en este día?”, y él respondió: “El que piense que Al-lah no lo perdonará”. Esto es así porque dudar de la indulgencia de Al-lah es tener malas expectativas de Él, Cuya misericordia abarca todo.
Cuarto: Durante la agonía de la muerte
El Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: “Que no les llegue la muerte sin estar pensando bien de Al-lah” (Muslim).
Ibrahim An-Naja‘i , Que Al-lah lo tenga en Su misericordia, dijo: “Les gustaba recordarle al agonizante sus buenas obras, para que tuviera buenas expectativas de Al-lah”.
Un beduino se enfermó y el médico le dijo: “Estás muriendo”; el beduino respondió: “¿Y dónde iré ahora?”. El médico le dijo (en tono recriminante): “¡A encontrarte con Al-lah!”; entonces el beduino dijo: “¿Y por qué me disgustaría ir a encontrarme con el que es origen de todo bien?”.
A un hombre agonizante se le preguntó: “¿Qué crees que Al-lah hará contigo?”, y él respondió: “Él me ha tratado con honor en esta vida, así que no creo que me trate con menos honores en Su presencia”.
Un beduino le preguntó a Ibn ‘Abbás, que Al-lah esté complacido con él: “¿Quién pedirá cuentas a la gente en el Día de la Resurrección?”, y él respondió: “Al-lah”. El beduino dijo: “¡Por el Señor de la Ka’ba que me he salvado! Cuando el más Indulgente está en posición de castigar, muestra misericordia; y cuando juzga, perdona”.
Al Hasan Al Basri, que Al-lah lo tenga en Su misericordia, advirtió y explicó la diferencia entre tener buenas expectativas de Al-lah y ser engañado por la vida mundanal: “A algunos su confianza en la indulgencia de Al-lah les impide hacer buenas obras, al punto de que mueren sin tener ni una sola buena obra en su cuenta. Proclaman: ‘Tengo buenas expectativas de Al-lah’. En realidad mienten, pues si tuviesen buenas expectativas harían buenas obras que las confirmen”.
Un poeta árabe dijo: “Contempla la vida y notarás varias cosas, y te sorprenderás cómo terminan”.
Cuántas lágrimas han llorado nuestros ojos, pero cuando Al-lah alivió nuestros sufrimientos se hicieron fáciles de soportar.
Cuántas fueron nuestras necesidades que parecían inalcanzables, pero cuando Al-lah lo dispuso se pusieron a nuestro alcance.
Cuánta amargura hemos probado, pero se desvanecieron a pesar de las dificultades de la vida.
Así es el mundo, si lo engalanas con la paciencia se engalana con la prosperidad.
¡Al-lah! Bendícenos con la gracia de tener buenas expectativas sobre Ti, de mostrar verdadera confianza en Ti y disfrutar el placer de reconocer nuestra dependencia de Ti.
- Sección:
Fe ('Aquidah)