Hay seis pilares de la fe en el Islam:

1. La creencia en Al-lah (Dios),
2. La creencia en Sus ángeles,
3. La creencia en Sus libros,
4. La creencia en Sus mensajeros,
5. La creencia en el Último Día, y
6. La creencia en la predestinación y el decreto divino (Qada’ y Qadr).

1. La creencia en Al-lah:
Esto significa creer que Al-lah es el Único Dios digno de ser adorado; que es el Creador y Proveedor de todo; que es Él Quien da la vida y la muerte, y que Él es Único en Sus nombres y atributos.
2. La creencia en los ángeles:
Al-lah creó a los ángeles de luz. Son honorables siervos de Al-lah; Le obedecen y ejecutan Sus órdenes; Al-lah los describe diciendo: {… no desobedecen a Dios en lo que Él les ordena, sino que ejecutan Sus órdenes} [Corán 66:6].
Al-lah los creó para que Lo adoren, y solo Él sabe cuántos son. Entre ellos están:
- Yibril (Gabriel), quien está a cargo de entregar las revelaciones divinas a los profetas y mensajeros de Al-lah.
- Mika’il (Miguel), a cargo de enviar las lluvias.
- El ángel de la muerte, a cargo de llevarse las almas humanas.
- Los ángeles encargados de cargar el Trono de Al-lah.
- Los guardianes del Paraíso y el Infierno.

Además de estos, hay ángeles que cuidan de los humanos, otros que registran las acciones de las personas y todo lo que dicen, y otros a cargo de otras tareas.
3. La creencia en los libros de Al-lah:
Esto es creer que Al-lah, Altísimo, reveló libros a Sus mensajeros para que hicieran llegar Su Mensaje a la gente. Estos se componen de las palabras de Al-lah y fueron sin duda puros al ser revelados, y cada vez que se revelaba uno nuevo abrogaba el anterior. Las Escrituras divinas que conocemos son:
1. La Torá, el Libro que Al-lah reveló a Musa (Moisés), la paz sea con él.
2. Los Salmos, el Libro revelado a Dawud (David), la paz sea con él.
3. El Evangelio, revelado a ‘Isa (Jesús), la paz sea con él.
Los Libros en manos de cristianos y judíos hoy en día –la Torá y la Biblia con el Antiguo y Nuevo Testamento– no son auténticos porque han sido tergiversados, alterados y modificados; además, fueron abrogados por el último de los libros divinos, el Sagrado Corán.
4. La creencia en los mensajeros de Al-lah:
Los musulmanes dan testimonio de que Al-lah envió Mensajeros a cada nación para invitar a la gente a que Lo adoren solo a Él. Esta creencia implica también denunciar todas las divinidades que son adoradas además de Al-lah, y que todos los Mensajeros fueron veraces y cumplieron con su deber de la mejor forma. Al-lah envió a muchos de ellos, y solo Él sabe cuántos fueron. Es deber de todo musulmán creer en todos ellos, y aquel que niega a uno los niega a todos. El primer Mensajero que Al-lah envió fue Nuh (Noé), la paz sea con él, y el último fue Muhammad, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él. Al-lah dice: {Envié a cada nación un Mensajero [para que los exhortara a] adorar a Dios y rechazar la idolatría} [Corán 16:36].
Todos los profetas y mensajeros fueron seres humanos. Al-lah los distinguió al designarlos como Sus enviados, y los apoyó con milagros. No tenían cualidades divinas y no tenían acceso al mundo de lo Oculto. Sin embargo, Al-lah envió al Profeta Muhammad, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, para toda la humanidad; Al-lah dice: {Di [oh, Muhammad]: “¡Oh, gente! Soy el Mensajero de Dios para todos ustedes} [Corán 17:158].
De todos los mensajeros, hay cinco que fueron los más perseverantes y decididos a hacer lo que Al-lah les ordenó. Fueron: Nuh, Ibrahim (Abraham), Musa, ‘Isa y Muhammad, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él. Muhammad fue el último y mejor de ellos, y será por siempre el mejor ser humano que existió.
5. La creencia en el Último Día:
Los musulmanes atestiguan sobre la verdad de todo lo que Al-lah y Su Mensajero, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijeron sobre la muerte. Al-lah no ha creado todo en vano. Creó a los hombres y los yinn para que Lo adoren y les prometió el Paraíso como recompensa a aquellos que Le obedezcan y a Sus mensajeros; y prometió el Infierno a aquellos que Lo desobedezcan y a Sus Mensajeros. Él ha establecido un cierto periodo para todo el universo, cuyo fin será la Hora Final. Durante esta los humanos serán interrogados sobre sus acciones en este mundo. Esas acciones serán pesadas, y aquel cuyas buenas obras sobrepasen las malas, prosperará; mientras que aquel cuyas malas obras sean predominantes será condenado al Fuego del Infierno, a menos que hubiera muerto como musulmán. En ese último caso, Al-lah lo perdonará o lo castigará, y eventualmente entrará al Paraíso. El Islam es el prerrequisito para la aceptación de cualquier acción.
Descripción del Paraíso:
El Paraíso, Yanna en árabe, es la morada que Al-lah ha preparado para los creyentes. Contiene medios de felicidad eterna que ningún ojo ha visto, que ningún oído ha escuchado, y que ningún humano ha imaginado. En él hay compañeras puras, ríos de leche, de vino, de pura miel, y cada tipo de fruta y carne deliciosas. Sus residentes no se cansarán ni aburrirán y no morirán.
Descripción del Infierno:
El Fuego del Infierno es la morada que Al-lah ha preparado para los infieles que Lo negaron y a Sus Mensajeros. La comida allí es intolerablemente amarga, y la bebida es pus que emana de la piel de los condenados. Su profundidad es incalculable. Los incrédulos e hipócritas vivirán allí para siempre.
6. La creencia en la predestinación y el decreto divino (Qada’ y Qadr):
La predestinación (Qada’) es el decreto general de Al-lah de que todo ser humano ha de morir, mientras que el decreto divino (Qadr) es un decreto particular o la ejecución del Qada’ de que cierta persona debe morir en un momento y lugar particulares. Por lo tanto, creer en esto implica creer que Al-lah ha creado todo con su tiempo y caducidad preestablecidos.
Las facetas del Qadr:
1. Al-lah está bien informado de todo lo que acontece, y Su conocimiento abarca todo.
2. Al-lah tiene todo designado en la Tabla Protegida.
3. Nada ocurre en los cielos o en la tierra sin la voluntad de Al-lah y Su Deseo. Lo que Al-lah desea ocurre; y lo que no, no ocurre.
4. Al-lah es el Creador de todo. No hay otro creador aparte de Él.