La grandeza de una persona, queridos hermanos, radica en la grandeza de lo que cree, por lo que está dispuesto a sacrificarse y por lo que defiende. Nuestra verdadera religión, a la que pertenecemos orgullosamente, nos insta a amar y respetar la verdad y abrazarla tal como es, sin pulirla ni distorsionarla.
De hecho, uno de los nombres..
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